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Entrenamiento oclusivo en poblaciones especiales.

Saber como aplicar el entrenamiento oclusivo en poblaciones especiales es fundamental en el profesional de la salud, ya sea entrenador personal o fisioterapeuta.

Por poblaciones especiales podríamos considerar a todas esas personas que por su condición (tercera edad, diabetes, parkinson, miositis etc) requieren de un cuidado y un tratamiento especialmente individualizado debido a la situación que están viviendo actualmente.

Algunas de estas situaciones son totalmente transitorias pero, en otras, son totalmente crónicas, por lo que el tratamiento es únicamente paliativo.

En el artículo de blog de hoy quiero compartiros algunos estudios y situaciones en los cuales el entrenamiento oclusivo en poblaciones especiales tiene una importancia vital, mucho más que otras metodologías o herramientas de entrenamiento.

Pero antes, si no conoces que es el entrenamiento oclusivo y cuales son sus principales beneficios y adaptaciones, revisa estos artículos de mi web.

Entrenamiento oclusivo en el paciente con hemodiálisis.

La hemodiálisis es un tratamiento médico que consiste en eliminar artificialmente las sustancias nocivas o tóxicas de la sangre, especialmente las que quedan retenidas a causa de una insuficiencia renal, mediante un riñón artificial (aparato).

Es un tratamiento que exige muchas horas y en el cual los pacientes están todo el tiempo sentados con lo que su vida “sedentaria” se incrementa, agravando más el problema.

En este estudio de Rodrigo K (2019), quisieron comparar el efecto del ejercicio aeróbico intradiálisis durante la restricción del flujo sanguíneo, sin restricción del flujo sanguíneo (convencional) y sin ejercicio (control) sobre la fuerza muscular y la resistencia al caminar en pacientes con enfermedad renal crónica.

El estudio se llevó a cabo durante 12 semanas con 66 pacientes.

La sesión de entrenamiento de 20 minutos se aplicó durante las sesiones de hemodiálisis que se realizan tres veces por semana durante 4 horas.

La intensidad aumentó progresivamente de 60%-76% de la Fcmax debido a la falta de condición física inicial de los participantes.

¿Qué resultados obtuvieron de la intervención del BFR Training?

El ejercicio intradiálisis de baja / moderada intensidad con restricción del flujo sanguíneo mejora la resistencia al caminar (+17% vs 1,5%) de pacientes con enfermedad renal crónica en hemodiálisis (TEST caminata 6min).

Un programa de entrenamiento de 12 semanas con 20 minutos de ejercicio intradiálisis de baja / moderada intensidad, con o sin restricción del flujo sanguíneo, fue insuficiente para aumentar la fuerza muscular en pacientes con enfermedad renal crónica en hemodiálisis.

Es decir, vemos que para mejorar la resistencia al caminar fue un estímulo muy efectivo con mejores muy significativas con respecto a los otros grupos pero que, por el tipo de actividad, fue insuficiente para mejorar su fuerza muscular.

Viendo que el tratamiento son varias horas sentado, vemos que el uso del BFR aeróbico puede ser clave para mejorar la salud cardiovascular de estos pacientes durante su tratamiento.

Entrenamiento oclusivo en el paciente hipertenso.

La hipertensión es la condición clínica que afecta a gran parte de la población mundial y se caracteriza por niveles elevados y sostenidos de presión arterial.

La prevalencia de la hipertensión en los hombres ocurre hasta la quinta década de la vida, y a partir de los cincuenta años las mujeres se vuelven más susceptibles a la hipertensión debido a cambios hormonales, como la reducción de la síntesis y la liberación de estrógenos con la consiguiente reducción de sus efectos protectores para el sistema cardiovascular.

Uno de los principales factores que limitan la práctica del entrenamiento de fuerza en individuos hipertensos es la intensidad del esfuerzo, que si no se prescribe adecuadamente, podría conducir a un pico de presión transitoria y un producto doble más grande, mejorando el riesgo cardiovascular para esta población.

Por este motivo, vamos a ver como el entrenamiento oclusivo más una correcta formación del profesional que lo aplica, es clave para combatir esta enfermedad.

En el estudio de Soares (2019), participaron 14 sujetos con hipertensión.

Realizaron tres protocolos diferentes utilizando los ejercicios bench press y pull down.

Podéis ver el protocolo en la imagen.

Dicho sea de paso, un protocolo muy sencillo de llevar a cabo.

Protocolo BFR en hipertensos.

Resultados del estudio.

Se mostró una probabilidad entre 95.45% y 99.99% de disminuir el MAP (presión arterial media) de -9.2 mmHg a -3.2 mmHg en los siguientes 10 a 60 minutos después de la sesión de BFR.

Existe evidencia de que una disminución de 2 mmHg de MAP representa una protección cardiovascular importante.

Aunque la respuesta a la presión estuvo acompañada de solo 60 minutos después del ejercicio, otros estudios han demostrado que el efecto hipotensor puede durar hasta 24 horas.

Los resultados del presente estudio muestran que no hay necesidad de utilizar altas cargas de entrenamiento cuando el objetivo es promover la hipotensión post-ejercicio o mantener la restricción del flujo sanguíneo durante largos períodos.

Entrenamiento oclusivo en la tercera edad.

El proceso de envejecimiento a menudo se caracteriza por una disminución sustancial de la masa muscular, la fuerza y la función física.

Esta condición se considera un síndrome geriátrico llamado sarcopenia.

La presencia de sarcopenia se ha asociado con varias consecuencias adversas, como discapacidad, alto riesgo de caídas y fracturas óseas, mala calidad de vida y un mayor riesgo de mortalidad.

Según el Grupo Europeo sobre Sarcopenia en personas mayores (EWGSP), la prevalencia de sarcopenia oscila entre el 17 y el 33% entre las personas mayores institucionalizadas.

Por lo tanto, un aumento en la fuerza y la masa muscular tiene consecuencias clínicas y de salud pública en esta población, y el entrenamiento de resistencia actualmente representa un tratamiento efectivo para controlar e incluso revertir la sarcopenia.

Además sabemos que esta pérdida de fuerza y masa muscular lleva consigo otros efectos como la dependencia funcional, el empeoramiento de la calidad de vida, sedentarismo, problemas nutricionales y psiocológicos etc

La principal pastilla para solucionar esto es el ejercicio, concretamente el ejercicio de fuerza.

Si nos fijamos en el estudio de Valenzuela 2019, vemos que dentro de las diferentes opciones de ejercicio de fuerza, el entrenamiento oclusivo tiene un rol especialmente importante.

De hecho, en la literatura científica podemos encontrar más de 5 revisiones sistemáticas y metaanálisis cuyas conclusiones son bastante claras.

El entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo (BFR) es una estrategia efectiva para aumentar los efectos del entrenamiento de resistencia de baja carga (LL) y la caminata sobre la masa muscular y la fuerza en adultos mayores.

C Centner, 2019

En comparación con el entrenamiento de resistencia de alta carga (HL), el entrenamiento LL-BFR produce cambios comparables en la masa muscular pero menores aumentos en la fuerza muscular.

La adición de BFR al entrenamiento de resistencia LL o caminar es una alternativa de ejercicio efectiva para las poblaciones mayores, para quienes un entrenamiento HL tradicional podría estar contraindicado debido a comorbilidades o alto estrés mecánico en los huesos y las articulaciones (Summer B. Cook 2017)

Si te dedicas a esta área de trabajo, conocer el entrenamiento oclusivo y sus múltiples aplicaciones es prácticamente una obligación.

Entrenamiento oclusivo en poblaciones especiales: parkinson.

La enfermedad de Parkinson, es una enfermedad debilitante del sistema nervioso central que en el 2020 afectaba a más de un millón de personas mayores de 45 años en los Estados Unidos.

Es una enfermedad crónica y se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas dentro de la sustancia negra.

Estos circuitos motores dentro de los ganglios basales son esenciales para el control y la coordinación del movimiento. La degeneración de las neuronas de sustancia negra dopaminérgica se manifiesta en rigidez, bradicinesia, temblores en reposo y reflejos posturales deteriorados.

¿Cómo puede beneficiar el entrenamiento oclusivo a estas personas?

En el estudio de Peter C Douris (2020) utilizaron el entrenamiento oclusivo en un persona con esta enfermedad.

Para saber si el resultado de la intervención era positivo, utilizaron estos test pre y post intervención:

  • 30-second sit- to-stand.
  • Timed Up and Go (TUG).
  • Restless Legs Syndrome (RLS) Questionnaire.
  • 3-RM of Cybex Leg Press (LP); Leg Curl (LC); and Leg Extension (LE).
  • Todo medido cada 3 semanas durante 18 semanas.

Después de ese tiempo de utilización del protocolo oclusivo, el paciente mejoró significativamente en todas las medidas de resultado, excepto el TUG.

La utilización del BFR conduce de manera segura a un aumento de la fuerza y ​​la función de las extremidades inferiores en una persona con parkinson, al tiempo que disminuye su RLS (mejora de síntomas moderados a leves), lo que resulta en una mejor calidad de vida para el participante.

Conclusiones.

Tanto entrenadores como fisioterapeutas debemos hacernos con las mejores herramientas para potenciar la salud y el rendimiento deportivo de nuestros clientes, especialmente utilizando el entrenamiento oclusivo en poblaciones especiales.

En este caso, tenemos a nuestro alcance una herramienta capaz de mejorar la salud y la calidad de vida de pacientes que realmente nos necesitan y a los cuales, el impacto de una buena intervención con ejercicio físico, puede marcar un antes y un después en su vida.

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